manual de buenas prácticas de farmacovigilancia

Se entiende por farmacovigilancia a la actividad de salud pública que busca la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos o cualquier posible problema relacionado con ello. Esto, con el objetivo de asegurar que la relación beneficio-riesgo se mantenga favorable a lo largo de todo su ciclo de vida, desde que se autoriza hasta que se retira del mercado. Un manual de buenas prácticas de farmacovigilancia se asegura de contribuir con la causa, brindando normas que deben respetar los establecimientos de salud en aras de una mejor calidad. ¿Cómo se ejecuta esto en Perú? Descúbrelo a continuación. 

Finalidad del manual de buenas prácticas de farmacovigilancia

El manual de buenas prácticas tiene por finalidad, según la Resolución Ministerial N°1053-2020 del MINSA, fomentar el uso seguro de los productos farmacéuticos mediante la aplicación de procedimientos operativos y prácticas por parte de las farmacéuticas que operan a diario a nivel nacional. Establece así los criterios técnicos y metodológicos para su correcto cumplimiento, a la par que promueve el uso de criterios en la evaluación de las notificaciones y en la generación de señales de farmacovigilancia. 

Cabe decir, que las actividades de farmacovigilancia en Perú se han ido desarrollando desde 1999, teniendo al Ministerio de Salud (MINSA) como ente máximo. Ya en el 2020 se estableció que el manual de buenas prácticas de farmacovigilancia sería de aplicación en droguerías, laboratorios y almacenes especializados que “distribuyan, almacenen, fabriquen y/o comercialicen productos farmacéuticos”. Por ende, las actividades que persigue se dividen en dos puntos:

  • Análisis del riesgo. Se identifica el problema y luego, se hace una evaluación de control y posibles repercusiones. 
  • Gestión del riesgo. Se toman decisiones de acción correspondientes y luego, se da aviso de la situación.

Funciones a nivel nacional 

El rol de esta disciplina en el Perú no varía mucho comparado al que cumple en otros países. Sus actividades en cambio, son reguladas por las respectivas entidades de Salud, aunque en materia general, este se ocupa de: 

  • Corroborar la falta de eficacia de los insumos. 
  • Prevenir un mal uso y/o abuso de mercadería médica. 
  • Diferenciar entre medicamentos falsificados o de calidad inferior.
  • Generar señales o alertas sobre reacciones adversas sospechosas.
  • Adoptar las medidas necesarias e informar a profesionales sanitarios para tomar acciones inmediatas. 
  • Investigar y si es preciso, poner en marcha estudios para cuantificar el o los riesgos asociados al medicamento.

Pese a esto y a los notables intentos del personal a cargo de los ministerios, se tiene que decir que no se ha logrado frenar uno de los principales obstáculos que dificultan el correcto respeto del manual de buenas prácticas de farmacovigilancia: la comercialización de productos falsificados. Sin una lista de productos registrados, supervisar las reacciones adversas de los insumos en el organismo del ciudadano termina por convertirse en su más grande talón de Aquiles. Una labor que, pese a lo anterior, se sigue ejecutando a diario en beneficio de la salud pública.

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En conclusión, el desarrollo e implementación del manual de buenas prácticas de farmacovigilancia favorece de buena manera al conocimiento y uso seguro de medicamentos por parte de la población y los mismos profesionales de la salud. Aprende más del tema dando Click here. También puedes llamarnos al (511) 711 – 9070 o escribirnos a nuestro correo jludena@scrconsultores.com.pe para preguntar por el mejor asesoramiento y servicios en materia de cumplimiento de la normativa y calidad farmacéutica, cosmética y alimentaria. Nos encontramos en la calle Río de la Plata N° 305 – 315, San Isidro. Lima – Perú. SCR Consultores, gestión exitosa para tu empresa. ¡Te esperamos!

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SCR.Natalia

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